Cuando hablamos de verano vienen a nuestra cabeza muchas imágenes y seguramente una de ellas sea la de una sabrosísima rodaja de sandía para refrescarnos después de una comida más pesada de la cuenta. O de ese melocotón troceado que nos llevamos como merienda para una tarde de piscina. El verano viene asociado con muchas cosas y una de ellas es la de las frutas características de esta época.
Las frutas de la temporada de verano se caracterizan por ser ricas en agua lo que las convierte en el complemente alimenticio perfecto para combatir el calor y para colaborar en nuestra rehidratación tras una sesión de entrenamiento en nuestro centro Curves, e incluso para hacer recetas con ella.
Beneficios de comer frutas de temporada
Comer frutas de temporada tiene múltiples beneficios que no se limitan al aspecto nutricional. Sí, comer frutas de temporada es bueno para nuestra dieta, pero la cosa no acaba ahí, también es bueno para nuestro bolsillo y lo que es más importante, para la sostenibilidad de nuestro planeta. Aquí os dejamos una serie de motivos por los que comer frutas de temporada.
- Es más sabrosa. La fruta de temporada es más sabrosa porque se recoge en su punto perfecto de maduración, lo que hace que esté perfectamente preparada para su consumo. La fruta de fuera de temporada normalmente se recoge cultiva en invernaderos y se recoge verde, lo que colabora a que su sabor sea peor que el de la fruta de temporada.
- Está adaptada a nuestras necesidades. En verano, necesitamos hidratación continua para combatir las altas temperaturas, y es exactamente lo que nos ofrece la fruta de temporada con el melón o la sandía, que son pura agua. En invierno por su parte, necesitamos una buena dosis de vitamina C para prevenir enfermedades provocadas por el intenso frío, y la fruta de temporada nos la ofrece en forma de naranjas o kiwis.
- Es más ecológicamente sostenible. La fabricación de fruta de fuera de temporada genera mucha más contaminación que la de temporada. En primer lugar, porque hay que recurrir a químicos para que una fruta crezca en un clima que no le es favorable. En segundo lugar, porque no se producen en zonas de cultivo locales, lo que implica logística de transporte, con su consiguiente emisión de Co2.
- Es más barata. Como explicábamos antes, la fruta de temporada no se produce en zonas de cultivo locales, por lo que hay que transportarla. Ese transporte supone un sobrecoste, lo que hace que la fruta de fuera de temporada sea mucho más cara que la de temporada.
- Contribuye a la economía local. Los pequeños mercados locales tienen más difícil pagar los sobrecostes que suponen producir fruta de fuera de temporada, por lo que comprando solo fruta de temporada colaborarás con la economía de barrio, de tu mercado y tus vecinos.
Cuáles son las frutas de temporada de los meses que quedan de verano
En general las frutas de temporada son estacionales, aunque varían ligeramente del inicio de una estación al final de la misma, aplicado a verano, las frutas que encontrarás en los mercados entre junio y septiembre serán muy parecidas, pero habrá algunas que solo puedas encontrar en junio y otras que serán propias de septiembre.
En este mes de agosto, las frutas de temporada que puedes encontrar son:
- Albaricoque
- Cereza
- Melocotón
- Melón
- Sandía
- Arándano
- Paraguaya
- Plátano
- Higo
- Ciruela claudia
- Uva
- Pera de verano
- Manzana
- Membrillo
En septiembre la lista es muy parecida, aunque hay algunos cambios. Desaparecen de ella los albaricoques, el melocotón y las cerezas y se incorporan las granadas y las chirimoyas.
Cuáles son las mejores frutas de verano para comer antes y después de entrenar
Las necesidades de nuestro cuerpo cambian antes y después de entrenar, y más aún en época de temperaturas tan extremadamente altas como el verano. El consumo de fruta puede ser beneficioso tanto antes de afrontar nuestro circuito de media hora en Curves como para después de hacerlo, pero no será la misma fruta la que tomemos en cada momento.
La recomendación general para justo antes de entrenar son alimentos no demasiado altos en glucosa, ya que esta tarda horas en absorberse y la que ingiramos antes de entrenar no la podremos quemar y convertir en energía. La pera y la manzana. por tanto, son dos buenas opciones para justo antes de entrenar de entre las frutas que podemos encontrar en verano.
Para después de entrenar necesitamos justo lo contrario, regenerar las reservas de glucosa que hemos quemado durante la sesión, por lo que buscaremos frutas ricas en este monosacárido. De entre las frutas veraniegas, el plátano, el melón y la sandía. Las dos últimas, además, son tan ricas en agua que te ayudarán también a reponer las sales minerales perdidas con el ejercicio.
Frutas de temporada que nos esperan a la vuelta de verano
El final del verano está a la vuelta de la esquina y por su puesto podremos seguir consumiendo frutas de temporada. Eso sí, toca despedirse del melón, la sandía, el melocotón y las cerezas, pero damos la bienvenida a otras igual de sabrosas. Las frutas típicas de octubre, el primer mes enteramente otoñal son:
- Aguacate
- Caqui
- Kiwi
- Mango
- Limón
- Naranja
- Mandarina
Los cítricos serán los primeros que encontremos ya que son más propios de un poco más avanzado el año, por lo que su sabor puede que sea algo más ácido aún.
Desde Curves te animamos al consumo de fruta, parte indispensable de una dieta saludable por sus múltiples beneficios, que además te ayudará a alcanzar tus metas deportivas. Si todavía no eres parte de nuestra familia, pide ya tu cita gratis o acércate a tu club Curves más cercano.