La flexibilidad es una capacidad física que nos permite realizar movimientos con la máxima amplitud posible. Se trata de una cualidad muy importante para nuestra salud y bienestar, ya que nos ayuda a prevenir lesiones, mejorar nuestra postura, reducir el estrés y aumentar nuestro rendimiento deportivo.
¿Qué es entrenar la flexibilidad?
Entrenar la flexibilidad significa realizar ejercicios que nos permitan estirar los músculos y las articulaciones, aumentando así el rango de movimiento de estas. Los ejercicios de flexibilidad se pueden clasificar en dos tipos: estáticos y dinámicos.
Los ejercicios estáticos consisten en mantener una posición de estiramiento durante un tiempo determinado, sin realizar ningún movimiento.
Los ejercicios dinámicos implican realizar movimientos suaves y controlados que nos permitan estirar los músculos de forma progresiva. Ambos tipos de ejercicios son beneficiosos para la flexibilidad, pero se recomienda combinarlos para obtener mejores resultados.
Beneficios del entrenamiento de flexibilidad
El entrenamiento de flexibilidad nos aporta múltiples beneficios para nuestra salud y calidad de vida. Algunos de los beneficios son:
- Previene lesiones musculares y articulares, al mejorar la elasticidad y la resistencia de los tejidos.
- Mejora la postura corporal, al corregir los desequilibrios musculares y alinear las articulaciones.
- Reduce el estrés y la tensión muscular, al favorecer la relajación y la liberación de endorfinas.
- Aumenta el rendimiento deportivo, al facilitar la ejecución de los movimientos y optimizar el uso de la energía.
- Mejora la circulación sanguínea y el transporte de oxígeno y nutrientes a los tejidos, al favorecer la dilatación de los vasos sanguíneos.
- Mejora la coordinación y el equilibrio, al estimular el sistema nervioso y el sentido propioceptivo.
De qué depende la flexibilidad
La flexibilidad no es una capacidad fija e invariable, sino que depende de varios factores que pueden modificarla.
- La edad: la flexibilidad tiende a disminuir con el paso de los años, debido al envejecimiento de los tejidos y a la pérdida de actividad física.
- El sexo: las mujeres suelen tener más flexibilidad que los hombres, debido a las diferencias hormonales y anatómicas.
- La genética: la flexibilidad está determinada en parte por la herencia genética, que influye en el tipo de fibras musculares y en la estructura de las articulaciones.
- El estado físico: la flexibilidad está relacionada con el nivel de fuerza, resistencia y movilidad de los músculos y las articulaciones.
- El calentamiento: la flexibilidad mejora después de realizar un calentamiento adecuado, que aumenta la temperatura corporal y la elasticidad de los tejidos.
- La alimentación: la flexibilidad se ve afectada por la hidratación y la nutrición, que influyen en la calidad y la cantidad de los tejidos.
- El hábito: la flexibilidad se puede mejorar con la práctica regular de ejercicios específicos, que aumentan la capacidad de estiramiento de los músculos y las articulaciones.
5 ejercicios para mejorar la flexibilidad
Debido a la importancia de practicar la flexibilidad, te proponemos 5 ejercicios sencillos para incluir en tu rutina. Recuerda que antes de realizarlos debes calentar adecuadamente y debes mantener una respiración profunda y relajada durante los mismos. También debes respetar tus límites y no forzar el estiramiento más allá de lo que te resulte cómodo.
- Estiramiento de cuello: de pie o sentada, con la espalda recta, lleva la oreja derecha hacia el hombro derecho, sin levantar el hombro. Mantén la posición durante 10 segundos y cambia de lado. Repite el ejercicio 3 veces por cada lado.
- Estiramiento de hombros: de pie o sentada, con la espalda recta, lleva el brazo derecho por encima de la cabeza y dobla el codo, apoyando la mano derecha en la parte superior de la espalda. Con la mano izquierda, sujeta el codo derecho y tira suavemente hacia la izquierda, hasta sentir el estiramiento en el hombro derecho. Mantén la posición durante 10 segundos y cambia de lado. Repite el ejercicio 3 veces por cada lado.
- Estiramiento de pecho: de pie o sentada, con la espalda recta, entrelaza los dedos de las manos por detrás de la espalda y estira los brazos, elevando las manos lo más posible, sin arquear la espalda. Mantén la posición durante 10 segundos y relaja. Repite el ejercicio 3 veces.
- Estiramiento de espalda: de pie o sentada, con la espalda recta, cruza el brazo derecho por delante del pecho y sujétalo con el brazo izquierdo, tirando suavemente hacia la izquierda, hasta sentir el estiramiento en la parte posterior del hombro derecho y en la espalda. Mantén la posición durante 10 segundos y cambia de lado. Repite el ejercicio 3 veces por cada lado.
- Estiramiento de piernas: de pie o sentada, con la espalda recta, separa las piernas y flexiona el tronco hacia delante, intentando tocar el suelo con las manos, sin doblar las rodillas. Mantén la posición durante 10 segundos y relaja. Repite el ejercicio 3 veces.
Además de realizar estos ejercicios de flexibilidad, te recomendamos que pruebes los circuitos de 30 minutos de Curves, un programa de entrenamiento diseñado especialmente para mujeres, que combina el entrenamiento de fuerza con el cardio y los estiramientos, con la ayuda entrenadores expertos. Con los circuitos de 30 minutos de Curves, podrás trabajar todos los grupos musculares principales, mejorar tu postura, reducir el estrés y aumentar tu rendimiento deportivo, en un ambiente empoderado, cómodo y de apoyo.