La movilidad hace referencia a la capacidad de mover las articulaciones con un rango de movimiento óptimo, sin dolor ni limitaciones. Los ejercicios de movilidad son aquellos que trabajan la flexibilidad, la fuerza y el control de las articulaciones, mejorando así la postura, la coordinación y la prevención de lesiones.
¿Qué son los ejercicios de movilidad?
Los ejercicios de movilidad son aquellos que se realizan con el objetivo de mejorar el rango de movimiento de las articulaciones, es decir, la amplitud con la que podemos moverlas en diferentes direcciones. Estos ejercicios pueden ser estáticos o dinámicos, dependiendo de si se mantienen o no las posiciones durante un tiempo determinado.
Algunos ejemplos de ejercicios de movilidad son:
- Los estiramientos. Son ejercicios que alargan los músculos y los tendones, aumentando la elasticidad y la flexibilidad de las articulaciones. Se pueden hacer antes o después del entrenamiento, pero siempre con precaución y sin forzar. Algunos estiramientos son el de la mariposa, el del gato-vaca o el del perro hacia abajo.
- Los movimientos articulares. Son ejercicios que movilizan las articulaciones de forma suave y controlada, sin llegar al límite del rango de movimiento. Se pueden hacer como parte del calentamiento o como recuperación, y ayudan a lubricar y nutrir el cartílago articular. Algunos movimientos articulares son los círculos de hombros, las rotaciones de cuello o las flexiones de rodillas.
- Los ejercicios funcionales. Son ejercicios que imitan los movimientos que realizamos en la vida cotidiana, como agacharse, levantarse, girar o empujar. Se hacen con el propio peso corporal o con cargas ligeras, y trabajan la fuerza, la estabilidad y el equilibrio de las articulaciones. Algunos ejercicios funcionales son las sentadillas, las zancadas o los empujes de cadera.
Tipos de ejercicios de movilidad
Los ejercicios de movilidad son aquellos que trabajan la flexibilidad, la fuerza y el control de las articulaciones, mejorando así la postura, la coordinación y la prevención de lesiones. Existen dos tipos principales de ejercicios de movilidad: los estáticos y los dinámicos.
Los ejercicios de movilidad estáticos son aquellos que se realizan con el músculo en reposo, manteniendo una posición de estiramiento durante un tiempo determinado. Estos ejercicios aumentan la elasticidad y la flexibilidad de las articulaciones, y se pueden hacer antes o después del entrenamiento. Algunos ejemplos de ejercicios de movilidad estáticos son los estiramientos y los movimientos articulares.
Los ejercicios de movilidad dinámicos son aquellos que se realizan con el músculo en movimiento, realizando movimientos suaves y controlados que elongan las fibras musculares. Estos ejercicios mejoran la circulación sanguínea, la estabilidad y el equilibrio de las articulaciones, y se suelen hacer como parte del calentamiento. Algunos ejemplos de ejercicios de movilidad dinámicos son las sentadillas, las zancadas y los saltos.
Los ejercicios de movilidad estáticos y dinámicos tienen beneficios diferentes, pero complementarios. Por eso, es importante incluir ambos tipos de ejercicios en tu rutina de entrenamiento, adaptándolos a tus objetivos, tu nivel y tu modalidad deportiva. Así, podrás mejorar tu salud articular, tu rendimiento deportivo y tu calidad de vida.
¿Por qué es importante la movilidad?
La movilidad es importante por varias razones:
- Mejora la calidad de vida. Al tener unas articulaciones más flexibles y fuertes, podemos realizar las actividades diarias con más facilidad y menos dolor, como subir escaleras, cargar bolsas o jugar con los niños.
- Mejora el rendimiento deportivo. Al tener unas articulaciones más móviles y estables, podemos ejecutar los ejercicios con una mejor técnica y una mayor eficiencia, evitando compensaciones y desequilibrios musculares.
- Previene las lesiones. Al tener unas articulaciones más elásticas y resistentes, podemos evitar o reducir el riesgo de sufrir lesiones por sobrecarga, inflamación o desgaste, como tendinitis, esguinces o artrosis.
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