Ya se acabaron las celebraciones y con ellas volvemos a la rutina. Normalmente, después de varios días de descanso nos desanima regresar a nuestro frenético estilo de vida. Si a eso le sumamos que este año fue más estresante, estuvimos más limitadas, las reuniones sociales y familiares fueron menores y que el siguiente año se sigue presentando incierto, no debería extrañarnos que empecemos enero bajos de energía.
Sin embargo, no debemos dejar que el ambiente nos influya. Como dice el dicho: año nuevo vida nueva. Este 2021 tiene 12 meses, 365 días para vivir nuevas experiencias.
Si quieres empezar el año con alegría, o ya te has decidido a hacerlo, pero no sabes cómo empezar, sigue leyendo.
Propósitos de año nuevo ¿Funcionan?
Siempre se habla de los propósitos que nos marcamos al final de un año para cumplirlos el siguiente. Suelen ser metas que hemos aplazado y que ahora las volcamos en el siguiente año con la esperanza de lograrlas al fin.
¿Qué pasa?
Que muchas veces no llegamos a cumplir los propósitos y por ello pensamos que no funcionan, cuando quizás lo que deberíamos hacer es cambiar la forma en que los planteamos.
Crea hábitos. No resoluciones
- Se realista: para empezar, un buen propósito de año nuevo debe ser realista y alcanzable en el tiempo que se ha establecido.
- Simplifica tus metas: cuando ya esté claro lo que queremos, recomendamos que las metas las dividas en pequeños pasos para que sean capaces de asumir, y al completarlas nos motivaran para seguir.
- Dedica tiempo: también es útil que establezcamos tiempos para ir completando los objetivos, porque si no existe el riesgo de que no los cumplamos.
- Comprométete a 30 días: tres o cuatro semanas es todo lo que necesitas para crear un hábito. Si puedes superar la fase de condicionamiento inicial, es mucho más fácil de mantener.
- Mantente constante: también es importante ser constante. Solo así lo conseguiremos.
- Sé imperfecto: no esperes poder cambiar tus hábitos sin esfuerzo. Tuve que intentarlo cuatro veces antes de poder mantener una rutina de ejercicio. Ahora la amo. Hazlo lo mejor que puedas y no te exijas demasiado si no sale a la primera.
- Pasa tiempo con personas que admires: encuentra personas que tengan hábitos que quieras imitar y pasa tiempo con ellas. Mientras más tiempo pases con ellas, más rápido te convertirás en los que anhelas.
- Escríbelas: escribir tus metas te ayuda a tener las ideas más claras y enfocarte en ellas más.
- Visualiza: visualízate haciendo un mal hábito. Luego visualízate dejando el hacer el mal hábito y probando uno mejor. Finalmente, termina esa secuencia con una imagen de ti misma con una emoción muy positiva. Hazlo un par de veces, hasta que hagas el patrón que te has imaginado y borres el viejo hábito.
- Hazlo por ti misma: no te preocupes por lo que debería ser. Oriéntate a hacia tus hábitos y los objetivos a alcanzar. Comprométete con ellos y cúmplelos.
Además de los propósitos, hay otras acciones que puedes realizar en tu día a día y que te llenarán de energía para el resto del año.
Claves para comenzar el año con energías renovadas
- Haz ejercicio: el ejercicio tiene muchas ventajas, una de las más importantes es la de liberar endorfinas, hormonas que regulan la felicidad en nuestro cerebro, por eso después de realizar ejercicio nos sentimos más alegres.
- Modera el estrés: un poco de presión no es negativo, al contrario, nos vuelve más productivas. Pero cuando no podemos desconectar, se convierte en un problema. Lo mejor es organizarse de tal manera que te permita cumplir las obligaciones a tu ritmo. Después programa un tiempo para ti.
- Mantén tu temperatura corporal: en los primeros meses del año predomina el frío, el cual es capaz de causarnos contracturas y enfermedades (sobre todo respiratorias), por eso hay que procurar vestir abrigada y comer platos calientes.
- Sigue una dieta sana: que no sea estricta. Nos referimos a comer todos los grupos alimenticios con moderación (frutas, verduras, carbohidratos y proteínas). Especialmente para el cerebro, vendría bien comer alimentos ricos en magnesio y grupo de vitaminas B. El primero abunda en frutas y verduras y el segundo en harinas sin refinar.
- Aprovecha la luz del Sol: la luz de este astro juega un papel esencial en nuestro ánimo, ya que activa dos hormonas del bienestar, la dopamina y la serotonina. Por el contrario, pasar las horas en un ambiente iluminado únicamente con luz artificial aumenta la melatonina, hormona del sueño que también produce estados de tristeza. Otra ventaja de tomar el Sol es la obtención de vitamina D, con lo cual te estas cargando de calor mientras la vitamina D ayuda a que absorbas el calcio y tus huesos sean más fuertes.
- Busca nuevos estímulos: haz cosas nuevas que te sorprendan. Salir de la rutina de tanto en tanto te permite asombrarte y ver la realidad de otro modo.
- Mantén el buen humor: cuantas al día más veces rías mejor. La risa disminuye el cortisol (responsable del estrés) y libera endorfinas y dopamina, las hormonas de la felicidad y el bienestar.
- Conecta con la naturaleza: estar al aire libre permite desestresarte y bajar el ritmo. Estos meses de invierno son los únicos momentos del año cuando podemos hacer una excursión por la nieve ¡Aprovechémoslo!
No dejes de hacer ejercicio
Siempre te recordamos la importancia de seguir un estilo de vida saludable para sentirte a gusto por dentro. En eso se incluye incorporar a tu rutina también el ejercicio físico.
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